Encontrados 36 resultados para: digas

  • ¿Acaso lo he concebido yo o lo he dado a luz para que me digas: Llévalo en tu regazo, como lleva la nodriza al niño a quien da de mamar, hasta la tierra que juraste dar a sus padres? (Números 11, 12)

  • pues te colmaré de honores y haré lo que me digas. Ven y maldice a este pueblo". (Números 22, 17)

  • Cuando el Señor, tu Dios, los haya echado lejos de ti, no digas en tu corazón: Por mi justicia me ha dado el Señor la posesión de esta tierra, siendo así que es por su injusticia por lo que el Señor echa a esas naciones lejos de ti. (Deuteronomio 9, 4)

  • Cuando el Señor, tu Dios, haya ensanchado tus fronteras tal como lo ha prometido, y tú digas: Yo quisiera comer carne, porque sientes deseo de ella, podrás comer toda la carne que quieras. (Deuteronomio 12, 20)

  • No está en los cielos, para que digas: ¿Quién subirá por nosotros a los cielos a buscarla para que nos la dé a conocer y la pongamos en práctica? (Deuteronomio 30, 12)

  • Dalila le dijo: "¡No digas que me amas cuando tu corazón no está conmigo! Por tres veces te has burlado de mí y no me dices el secreto de tu extraordinaria fuerza". (Jueces 16, 15)

  • Así, pues, ordena que me corten cedros del Líbano. Mis súbditos se unirán a los tuyos, y yo te daré por tus súbditos el salario que tú me digas. Porque bien sabes que entre nosotros no hay nadie que sepa cortar los árboles como los sidonios". (I Reyes 5, 20)

  • El rey le dijo: "¿Cuántas veces te voy a decir que no digas más que la verdad en nombre del Señor?". Miqueas contestó: (I Reyes 22, 16)

  • El rey le dijo: "¿Cuántas veces voy a decir que no me digas más que la verdad en nombre del Señor?". (II Crónicas 18, 15)

  • No digas a tu prójimo: "Vuelve otra vez; mañana te daré", si está en tu poder. (Proverbios 3, 28)

  • y no digas: "¡Ay, aborrecí la disciplina y mi corazón despreció la corrección; (Proverbios 5, 12)

  • No digas: "Devolveré el mal"; confía en el Señor, y él te salvará. (Proverbios 20, 22)


“Quando Jesus vem a nós na santa comunhão, encontra alegria em Sua criatura. Por nossa parte, procuremos Nele a nossa alegria.” São Padre Pio de Pietrelcina