Encontrados 41 resultados para: cargo

  • al cabo de tres días el Faraón te pondrá en libertad y te repondrá en tu cargo; volverás a poner la copa del Faraón en su mano, como solías hacerlo cuando eras su copero. (Génesis 40, 13)

  • Repuso al primer copero en su cargo de presentar la copa al Faraón, (Génesis 40, 21)

  • Y todo sucedió como él lo había interpretado: yo fui repuesto en mi cargo y el otro fue ahorcado". (Génesis 41, 13)

  • Entonces todos estos servidores tuyos vendrán a mí y se prosternarán ante mí diciéndome: Sal tú y todo el pueblo, que está a tu cargo. Después partiré yo". Y salió irritado de la casa del Faraón. (Exodo 11, 8)

  • El pueblo se cargó a la espalda las artesas, envueltas en los mantos, con la masa antes que fermentara. (Exodo 12, 34)

  • Tenían a su cargo el arca, la mesa, el candelabro, los altares, los objetos sagrados para el culto, la cortina y todo su servicio. (Números 3, 31)

  • Haced lo posible para que vivan y no mueran acercándose a las cosas santas; sean Aarón y sus hijos los que entren para designar a cada uno su servicio y su cargo. (Números 4, 19)

  • Este censo se hizo por orden del Señor y bajo la dirección de Moisés, asignando a la vez a cada uno el respectivo servicio y cargo, tal y como el Señor había ordenado a Moisés. (Números 4, 49)

  • le impuso las manos y le dio el cargo, tal como el Señor le había ordenado por medio de Moisés. (Números 27, 23)

  • Él le dijo: "Levántate y vámonos". Ella no respondió. Entonces la cargó sobre su asno y se puso en camino para ir a su casa. (Jueces 19, 28)

  • Lo cargó, fue a la ciudad y se lo enseñó a su suegra; sacó lo sobrante de la comida y se lo dio. (Rut 2, 18)

  • ¿Acaso es hoy cuando he comenzado a consultar a Dios por él? Lejos de mí todo otro pensamiento. Que el rey no haga cargo alguno a su siervo y a toda su familia, porque tu siervo no sabe de todo este asunto ni poco ni mucho". (I Samuel 22, 15)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina