Encontrados 56 resultados para: buenas
Sísara huyó a pie hacia la tienda de Yael, mujer de Jéber, el quenita, porque había buenas relaciones entre Yabín, rey de Jasor, y la casa de Jéber, el quenita. (Jueces 4, 17)
y se lo anunció al rey. El rey dijo: "Si viene solo, es que trae buenas noticias". Mientras él iba acercándose, (II Samuel 18, 25)
el centinela vio a otro hombre que venía corriendo, y el centinela que estaba sobre la puerta gritó: "Otro hombre que viene corriendo solo". Y el rey dijo: "También éste trae buenas noticias". (II Samuel 18, 26)
El centinela dijo: "El modo de correr del primero me parece el modo de correr de Ajimás, hijo de Sadoc". El rey contestó: "Es un hombre bueno; viene para traer buenas noticias". (II Samuel 18, 27)
Entonces llegó el cusita y dijo: "Reciba mi señor, el rey, estas buenas noticias. El Señor te ha hecho justicia librándote de todos aquellos que se habían levantado contra ti". (II Samuel 18, 31)
Aún estaba hablando, cuando llegó Jonatán, hijo de Abiatar, el sacerdote. Adonías le dijo: "Entra, pues tú eres un valiente y traerás buenas nuevas". (I Reyes 1, 42)
Y ellos le respondieron: "Si hoy eres condescendiente con este pueblo, les complaces y les respondes con buenas palabras, serán siempre servidores tuyos". (I Reyes 12, 7)
El rey de Israel respondió a Josafat: "Hay todavía uno por medio del cual podemos consultar al Señor; pero yo le odio porque nunca me profetiza cosas buenas, sino cosas malas. Es Miqueas, hijo de Yimlá". Josafat dijo: "No hable así el rey". (I Reyes 22, 8)
David les salió al encuentro y les dijo: "Si venís con buenas intenciones, para prestarme ayuda, mi corazón estará con el vuestro; pero si es para traicionarme en provecho de mis enemigos, siendo yo inocente, que lo vea el Dios de nuestros padres y haga justicia". (I Crónicas 12, 18)
Ellos le respondieron: "Si hoy eres condescendiente con este pueblo, los complaces y les respondes con buenas palabras, serán siempre servidores tuyos". (II Crónicas 10, 7)
El rey de Israel respondió a Josafat: "Hay todavía uno por medio del cual podemos consultar al Señor; pero yo le odio porque nunca me profetiza cosas buenas, sino cosas malas; es Miqueas, hijo de Yimlá". Josafat dijo: "No hable así el rey". (II Crónicas 18, 7)
¡Acuérdate de mí por esto, oh Dios mío, y no olvides las obras buenas que hice por el templo de mi Dios y por su servicio! (Nehemías 13, 14)