Encontrados 12 resultados para: ambas

  • Ambas caminaban aprisa a través del valle, cuando les salieron al paso centinelas asirios, (Judit 10, 11)

  • quien la metió en las alforjas de las provisiones; luego salieron ambas a la oración, como de costumbre. Atravesaron el campo, bordearon el valle, faldearon la montaña de Betulia y llegaron a las puertas de la ciudad. (Judit 13, 10)

  • se subió a una roca, y allí, casi sin sangre, se agarró los intestinos con ambas manos y los tiró sobre los soldados, pidiendo al Señor de la vida y del espíritu que un día se los devolviera; y así murió. (II Macabeos 14, 46)

  • Pesada es la piedra y pesada es la arena, pero el fastidio que causa el insensato es más pesado que ambas cosas. (Proverbios 27, 3)

  • Ciertamente he examinado todo esto, y he comprobado que los justos y los sabios y sus obras están en las manos de Dios. El hombre no conoce ni el amor ni el odio, y ambas cosas son a sus ojos (Eclesiastés 9, 1)

  • Por la mañana siembra tu semilla, y por la tarde no des descanso a tu mano; porque tú no sabes lo que es mejor, si esto o aquello, o si ambas cosas son igualmente buenas. (Eclesiastés 11, 6)

  • Si soplas sobre una brasa, se encenderá; pero si la escupes, se apagará; y, sin embargo, ambas cosas salen de tu boca. (Eclesiástico 28, 12)

  • La vida del libre y del trabajador es dulce, pero más que ambas cosas el que halla un tesoro. (Eclesiástico 40, 18)

  • Tu ojo desea gracia y belleza; pero sobre ambas está el verdor de los campos. (Eclesiástico 40, 22)

  • Yo vi que se había manchado; ambas seguían un mismo proceder. (Ezequiel 23, 13)

  • "Los manjares para el estómago y el estómago para los manjares". Pero Dios exterminará ambas cosas. El cuerpo no es para la lujuria, sino para el Señor, y el Señor, para el cuerpo. (I Corintios 6, 13)

  • Me siento apremiado por ambas partes: por una, deseo la muerte para estar con Cristo, lo que es mejor para mí; (Filipenses 1, 23)


“O temor e a confiança devem dar as mãos e proceder como irmãos. Se nos damos conta de que temos muito temor devemos recorrer à confiança. Se confiamos excessivamente devemos ter um pouco de temor”. São Padre Pio de Pietrelcina