Encontrados 23 resultados para: encontraba

  • Nuevamente dio a luz otro hijo, al que llamó Selá. Ella se encontraba en Akzib al darle a luz. (Génesis 38, 5)

  • Al cabo de dos años. Faraón soñó que se encontraba parado a la vera del río. (Génesis 41, 1)

  • que éramos doce hermanos, hijos del mismo padre; que uno de nosotros no existía, y que el otro se encontraba actualmente con nuestro padre en Canaán. (Génesis 42, 32)

  • Consultaron luego los israelitas a Yahveh, pues el arca de la alianza de Dios se encontraba allí, (Jueces 20, 27)

  • no estaba aún apagada la lámpara de Dios, y Samuel estaba acostado en el Santuario de Yahveh, donde se encontraba el arca de Dios. (I Samuel 3, 3)

  • Saúl dijo a su criado: «Tienes razón; vamos, pues.» Y se fueron a la ciudad donde se encontraba el hombre de Dios. (I Samuel 9, 10)

  • Cuando el espíritu de Dios asaltaba a Saúl, tomaba David la cítara, la tocaba, Saúl, encontraba calma y bienestar y el espíritu malo se apartaba de él. (I Samuel 16, 23)

  • Había ido yo a casa de Semaías, hijo de Delaías, hijo Mehetabel, que se encontraba detenido. Dijo él: «Démonos cita en la Casa de Dios, en el interior del santuario; cerremos las puertas del santurario; porque van a venir a matarte, esta misma noche vienen a matarte.» (Nehemías 6, 10)

  • Los israelitas cumplieron la orden del sumo sacerdote Yoyaquim y del Consejo de Ancianos de todo el pueblo de Israel que se encontraba en Jerusalén. (Judit 4, 8)

  • Los lazos de la muerte me aferraban, me sorprendieron las redes del seol; en angustia y tristeza me encontraba, (Salmos 116, 3)

  • Canción de las subidas. Hacia Yahveh, cuando en angustias me encontraba, clamé, y él me respondió. (Salmos 120, 1)

  • En este tiempo se encontraba el rey Alejandro en Cilicia por haberse sublevado la gente de aquella región. (I Macabeos 11, 14)


“Por que a tentação passada deixa na alma uma certa perturbação? perguntou um penitente a Padre Pio. Ele respondeu: “Você já presenciou um tremor de terra? Quando tudo estremece a sua volta, você também é sacudido; no entanto, não necessariamente fica enterrado nos destroços!” São Padre Pio de Pietrelcina