Encontrados 15 resultados para: temblarán

  • En aquel día temblarán los guardianes de la casa y se encorvarán los hombres vigorosos; se detendrán las moledoras, que ya serán pocas, y se oscurecerán las que miran por las ventanas; (Eclesiastés 12, 3)

  • Aquel día, los egipcios serán como mujeres: temblarán y estarán aterrorizados ante la mano amenazadora del Señor de los ejércitos, que él agitará contra ellos. (Isaías 19, 16)

  • Cuando se enteren en Egipto, temblarán por las noticias de Tiro. (Isaías 23, 5)

  • Ante la amenaza de uno solo, temblarán mil; ante la amenaza de cinco, ustedes huirán, hasta que sean dejados como un mástil en la cumbre de una montaña, como señal sobre una colina. (Isaías 30, 17)

  • Dentro de un año y unos días, ustedes temblarán, mujeres confiadas, porque terminará la vendimia y no llegará la cosecha. (Isaías 32, 10)

  • ¿No me temen a mí? -oráculo del Señor-. ¿No temblarán delante de mí, que puse la arena como frontera del mar, límite eterno e infranqueable? Sus olas se agitan, pero son impotentes, braman, pero no lo traspasan. (Jeremías 5, 22)

  • Jerusalén será para mí un nombre gozoso, un honor y una gloria, entre todas las naciones de la tierra, que oirán todo el bien que yo les hago: ellas temerán y temblarán por todo el bienestar y toda la paz que les concedo. (Jeremías 33, 9)

  • El rey estará de duelo, el príncipe se cubrirá de desolación y temblarán las manos de la gente. Yo los trataré conforme a su conducta, los juzgaré según sus juicios, y sabrán que yo soy el Señor. (Ezequiel 7, 27)

  • Será tal la cantidad de sus caballos que te dejará cubierta de polvo. Tus murallas temblarán al estruendo de su caballería, de sus ruedas y sus carros, cuando él entre por tus puertas como se entra en una ciudad expugnada. (Ezequiel 26, 10)

  • Así habla el Señor a Tiro: ¡Cómo temblarán las costas lejanas por el estruendo de tu caída, cuando giman las víctimas y haya una mortandad en medio de ti! (Ezequiel 26, 15)

  • Todos los príncipes del mar bajarán de sus tronos, se quitarán sus mantos y se despojarán de sus vestiduras bordadas. Estremecidos de espanto, se sentarán en el suelo, temblarán sin cesar y quedarán consternados por ti. (Ezequiel 26, 16)

  • Al oír los gritos de tus timoneles, temblarán las riberas. (Ezequiel 27, 28)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina