Encontrados 13 resultados para: delicias

  • bendiciones de las espigas y las flores, bendiciones de las montañas seculares, delicias de las colinas eternas. ¡Que desciendan sobre la cabeza de José, sobre la frente del consagrado entre sus hermanos! (Génesis 49, 26)

  • Así conquistaron plazas fuertes y un suelo fértil; se adueñaron de casas llenas de toda clase de bienes, de cisternas excavadas, viñas y olivares y de árboles frutales en abundancia. Comieron hasta saciarse y engordaron, y por tu gran bondad, vivieron en medio de delicias. (Nehemías 9, 25)

  • Si ellos escuchan y se someten, acaban sus días prósperamente y sus años en medio de delicias; (Job 36, 11)

  • Me ha tocado un lugar de delicias, estoy contento con mi herencia. (Salmos 16, 6)

  • Se sacian con la abundancia de tu casa, les das de beber del torrente de tus delicias. (Salmos 36, 9)

  • ¡Ven! Embriaguémonos de amor hasta la mañana, entreguémonos a las delicias del placer. (Proverbios 7, 18)

  • Corrige a tu hijo, y él te dará tranquilidad y colmará tu alma de delicias. (Proverbios 29, 17)

  • En lugar de esto, nutriste a tu pueblo con un alimento de ángeles, y sin que ellos se fatigaran, les enviaste desde el cielo un pan ya preparado, capaz de brindar todas las delicias y adaptado a todos los gustos. (Sabiduría 16, 20)

  • Da y recibe, olvida tus preocupaciones, porque no hay que buscar delicias en el Abismo. (Eclesiástico 14, 16)

  • para ser amamantados y saciarse en sus pechos consoladores, para gustar las delicias de sus senos gloriosos! (Isaías 66, 11)

  • ¡Me ha devorado, me ha consumido Nabucodonosor, rey de Babilonia! ¡Me ha dejado como un plato vacío! ¡Me ha tragado como el Dragón, ha llenado su vientre con mis delicias y me ha expulsado! (Jeremías 51, 34)

  • Yo los esparcí como un torbellino por todas las naciones que ellos no conocían, y el país fue devastado detrás de ellos, sin que nadie fuera ni volviera. De una tierra de delicias, ellos hicieron una desolación. (Zacarías 7, 14)


Uma filha espiritual perguntou a Padre Pio: “O Senhor cura tantas pessoas, por que não cura esta sua filha espiritual?” Padre Pio respondeu-lhe em voz baixa: “E não nos oferecemos a Deus?” São Padre Pio de Pietrelcina