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  • bendiciones de las espigas y las flores, bendiciones de las montañas seculares, delicias de las colinas eternas. ¡Que desciendan sobre la cabeza de José, sobre la frente del consagrado entre sus hermanos! (Génesis 49, 26)

  • Así conquistaron plazas fuertes y un suelo fértil; se adueñaron de casas llenas de toda clase de bienes, de cisternas excavadas, viñas y olivares y de árboles frutales en abundancia. Comieron hasta saciarse y engordaron, y por tu gran bondad, vivieron en medio de delicias. (Nehemías 9, 25)

  • Si ellos escuchan y se someten, acaban sus días prósperamente y sus años en medio de delicias; (Job 36, 11)

  • Me ha tocado un lugar de delicias, estoy contento con mi herencia. (Salmos 16, 6)

  • Se sacian con la abundancia de tu casa, les das de beber del torrente de tus delicias. (Salmos 36, 9)

  • ¡Ven! Embriaguémonos de amor hasta la mañana, entreguémonos a las delicias del placer. (Proverbios 7, 18)

  • Corrige a tu hijo, y él te dará tranquilidad y colmará tu alma de delicias. (Proverbios 29, 17)

  • En lugar de esto, nutriste a tu pueblo con un alimento de ángeles, y sin que ellos se fatigaran, les enviaste desde el cielo un pan ya preparado, capaz de brindar todas las delicias y adaptado a todos los gustos. (Sabiduría 16, 20)

  • Da y recibe, olvida tus preocupaciones, porque no hay que buscar delicias en el Abismo. (Eclesiástico 14, 16)

  • para ser amamantados y saciarse en sus pechos consoladores, para gustar las delicias de sus senos gloriosos! (Isaías 66, 11)

  • ¡Me ha devorado, me ha consumido Nabucodonosor, rey de Babilonia! ¡Me ha dejado como un plato vacío! ¡Me ha tragado como el Dragón, ha llenado su vientre con mis delicias y me ha expulsado! (Jeremías 51, 34)

  • Yo los esparcí como un torbellino por todas las naciones que ellos no conocían, y el país fue devastado detrás de ellos, sin que nadie fuera ni volviera. De una tierra de delicias, ellos hicieron una desolación. (Zacarías 7, 14)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre todo o bem que ela ainda pode fazer”. São Padre Pio de Pietrelcina