Encontrados 14 resultados para: castigará
Ellos dijeron: "El Dios de los hebreos vino a nuestro encuentro, y ahora tenemos que realizar una marcha de tres días por el desierto, para ofrecer sacrificios al Señor, nuestro Dios. De lo contrario él nos castigará con la peste o la espada". (Exodo 5, 3)
El Señor te castigará con tisis, fiebre, inflamación, ardores, aridez, quemadura y pulgón que te hostigarán hasta que desaparezcas. (Deuteronomio 28, 22)
El Señor te castigará con locura, ceguera y delirio, (Deuteronomio 28, 28)
él te castigará, a ti y a tu descendencia, con calamidades extraordinarias. Serán calamidades grandes y persistentes, enfermedades malignas e incurables. (Deuteronomio 28, 59)
¡Ay de las naciones que se levantan contra mi pueblo! El Señor todopoderoso las castigará en el día del Juicio: pondrá en su carne fuego y gusanos, y gemirán de dolor eternamente". (Judit 16, 17)
¿Con qué te castigará el Señor, lengua traicionera? (Salmos 120, 3)
Pero cuando el Señor termine de realizar toda su obra en el monte Sión y en Jerusalén, castigará al rey de Asiria por este fruto de su corazón arrogante y por la orgullosa altivez de su mirada. (Isaías 10, 12)
Aquel día, el Señor castigará con su espada bien templada, grande y fuerte, a Leviatán, la Serpiente huidiza, a Leviatán, la Serpiente tortuosa, y matará al Dragón que está en el mar. (Isaías 27, 1)
Él vendrá y castigará al país de Egipto: ¡El destinado a la muerte, a la muerte, el destinado al cautiverio, al cautiverio, el destinado a la espada, a la espada! (Jeremías 43, 11)
Tu iniquidad se ha borrado, hija de Sión: ¡él no volverá a desterrarte! Él castigará tu culpa, hija de Edóm, ¡pondrá al descubierto tus pecados! (Lamentaciones 4, 22)
Y el Señor castigará a todos los pueblos que hayan hecho la guerra contra Jerusalén con esta plaga: hará que se pudra su carne cuando todavía estén en pie, sus ojos se pudrirán en sus órbitas y su lengua dentro de su boca. (Zacarías 14, 12)
y lo castigará. Entonces él correrá la misma suerte que los hipócritas. Allí habrá llanto y rechinar de dientes. (Mateo 24, 51)