Levítico, 24
21. El que mate a un animal, dará otro por él, pero el que mate a una persona humana, morirá.
21. El que mate a un animal, dará otro por él, pero el que mate a una persona humana, morirá.
“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina