18. Yavé me dio un aviso que pude comprobar. Tú, Yavé, me abriste los ojos para que viera sus maniobras. 126«Cuídate, me dijiste, pues hasta tus hermanos y tus familiares te traicionan y te critican abiertamente por detrás de ti. No confíes en sus buenas palabras.»





“Deus nunca me recusou um pedido”. São Padre Pio de Pietrelcina