1. Después de estos sucesos, el rey Asuero quiso honrar de un modo especial a Amán, hijo de Hamedata, el agagita. Lo subió de categoría y le dio el primer lugar entre todos los ministros de su corte,





“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina