13. Es fácil ver que si Dios prometió a Abrahán, o más bien a su descendiente, que el mundo le pertenecería, esto no tiene nada que ver con la Ley, sino con la manera de ser justo propia del creyente.





“Combata vigorosamente, se está interessado em obter o prêmio destinado às almas fortes.” São Padre Pio de Pietrelcina