24. Antíoco pensó que se burlaba de él y sospechó que eran palabras injuriosas. Mientras el menor seguía con vida, no sólo trató de ganarlo con palabras, sino que con juramentos le prometía hacerlo rico y feliz, con tal de que abandonara las tradiciones de sus padres; lo haría su amigo y le confiaría altos cargos.





“Que Maria seja toda a razão da sua existência e o guie ao porto seguro da eterna salvação. Que Ela lhe sirva de doce modelo e inspiração na virtude da santa humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina