Salmos, 5
11. Castígalos, oh Dios, castígalos, que caigan presos en sus propios planes; recházalos por sus crímenes sin cuento, por haberse rebelado contra ti.
11. Castígalos, oh Dios, castígalos, que caigan presos en sus propios planes; recházalos por sus crímenes sin cuento, por haberse rebelado contra ti.
“O Anjo de Deus não nos abandona jamais.” São Padre Pio de Pietrelcina