15. Moisés lo inmoló y, mojando sus dedos en la sangre, untó con ella los cuernos del altar todo alrededor y lo purificó. Luego derramó la sangre al pie del altar y lo consagró haciendo sobre él el rito de absolución.





“A sua casa deve ser uma escada para o Céu”. São Padre Pio de Pietrelcina