II Samuel, 7
29. Dígnate bendecir la casa de tu siervo para que permanezca siempre en tu presencia. Porque eres tú, Señor, el que has hablado, y con tu bendición la casa de tu siervo será bendita para siempre".
29. Dígnate bendecir la casa de tu siervo para que permanezca siempre en tu presencia. Porque eres tú, Señor, el que has hablado, y con tu bendición la casa de tu siervo será bendita para siempre".
“Um dia você verá surgir o infalível triunfo da justiça Divina sobre a injustiça humana”. São Padre Pio de Pietrelcina