32. El rey preguntó al cusita: "¿Está bien el joven Absalón?". El cusita contestó: "¡Que corran la suerte de ese joven los enemigos de mi señor, el rey, y todos los que se han levantado contra ti para el mal!".





“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina