22. La otra mujer replicó: "No es verdad, pues mi hijo es el vivo y el tuyo es el muerto". La primera decía: "No, tu hijo es el muerto, y mi hijo el vivo". De esta suerte disputaban delante del rey.





“A oração é a efusão de nosso coração no de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina