Ester, 10

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Esther 10 concluye la historia de Esther con una breve descripción del poder de Mordecai y su posición en la corte del rey persa. Los temas centrales de este capítulo son el triunfo de Mordecai sobre sus enemigos y la prosperidad de Judá bajo el reinado de Artaxerxes. A continuación hay cinco versos relacionados con estos temas:

Nehemías 2:8: "Y una carta a Asaph, guardia del bosque del rey, para darme madera para cubrir las puertas de la fortaleza del templo y la pared de la ciudad y a la casa donde viviré". Mordecai se describe en Esther 10:3 como un líder judío de gran poder e influencia en la corte del rey persa. Este versículo en Nehemías sugiere que Mordecai usó esta influencia para ayudar a reconstruir la ciudad de Jerusalén y el Templo.

Ezra 7:1-10: Este pasaje enumera a los líderes judíos que regresaron del exilio babilónico y se establecieron en Judá. Entre ellos se encuentran descendientes de Mordecai y otros líderes de la familia de Esther. Esto sugiere que la influencia de Mordecai y Esther en Corte persa ayudó a garantizar la seguridad y la prosperidad del pueblo judío después del exilio.

Ezra 6:14: "Los líderes de los judíos continuaron progresando en la construcción del templo y fueron alentados por el Profeta Haggai y el Profeta Zacarías, el Hijo de Gone". Este versículo muestra que el templo en Jerusalén fue construido con éxito después del regreso de los exiliados babilónicos. La influencia de Mordecai en Corte persa puede haber ayudado a garantizar la conclusión exitosa de este trabajo.

Ezra 4:6: "En el reinado de Xerxes al comienzo de su reinado, escribieron una acusación contra los habitantes de Judá y Jerusalén". Ezra 4 describe la oposición que enfrentó el pueblo judío mientras intentaban reconstruir la ciudad de Jerusalén y el templo. Aunque Esther y Mordecai no se mencionan en este capítulo, su influencia en la corte persa puede haber ayudado a proteger a Judá de la oposición de los gobernantes persa.

Isaías 44:28-45:1: "Así dice el Señor a su ungido, Cyrus, a quien tomé con la mano derecha para subvertir a las naciones antes que él y desanimar a las bandas, para abrir las puertas y las puertas que no se abren antes él estará cerrado ". Este pasaje profético prevé el papel de Ciro, rey de Persia, en la liberación de los judíos del exilio babilónico y en la reconstrucción del templo en Jerusalén. Aunque Cyrus no se menciona en la historia de Esther, es un personaje importante en la historia de Persia y la liberación de los judíos del exilio babilónico.