4. Mas si hay en la piel de su carne una mancha blancuzca brillante sin que parezca más hundida que la piel, y sin que el pelo se haya vuelto blanco, el sacerdote recluirá durante siete días al afectado.





“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina