24. Luego mandó que se acercaran los hijos de Aarón, les mojó con un poco de sangre el lóbulo de la oreja derecha, el pulgar de la mano derecha y el pulgar de su pie derecho, y roció con la sangre todos los costados del altar.





“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina