12. Isaac sembró en aquella región, y ese año cosechó el ciento por uno, porque el Señor lo había bendecido.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina