12. Reúne al pueblo -hombres, mujeres y niños, y también a los extranjeros que vivan en tus ciudades- para que la oigan y así aprendan a temer al Señor, su Dios, y a practicar cuidadosamente todas las palabras de esta Ley.





“Que Maria seja toda a razão da sua existência e o guie ao porto seguro da eterna salvação. Que Ela lhe sirva de doce modelo e inspiração na virtude da santa humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina