Znaleziono 42 Wyniki dla: pudo

  • Raquel le dijo: "No se enfade mi señor si no puedo levantarme ante él, pues tengo lo que es habitual en las mujeres". Así él buscó y rebuscó, pero no pudo encontrar sus ídolos. (Génesis 31, 35)

  • A la mañana siguiente el Faraón, muy turbado, mandó llamar a todos los adivinos y a todos los sabios de Egipto y les contó su sueño, pero nadie pudo explicárselo. (Génesis 41, 8)

  • Al ser sorprendida en el campo, la joven pudo pedir socorro, pero no había nadie que pudiera ir en su auxilio. (Deuteronomio 22, 27)

  • El Señor les dio paz con todos los pueblos vecinos, como había jurado a sus padres; ninguno de sus enemigos pudo resistirlos; a todos los entregó el Señor en sus manos. (Josué 21, 44)

  • El Señor ha echado de vuestra presencia pueblos numerosos y fuertes; ninguno pudo resistir ante vosotros hasta el día de hoy. (Josué 23, 9)

  • El Señor estaba con Judá, que conquistó la montaña; pero no pudo expulsar a los habitantes de la llanura, porque tenían carros de guerra. (Jueces 1, 19)

  • Manasés no pudo echar a los habitantes de Betsán, de Tanac, de Dor, de Yibleán y de Meguido, con sus respectivas ciudades dependientes; los cananeos siguieron viviendo en ellas. (Jueces 1, 27)

  • Efraín tampoco pudo echar a los cananeos que vivían en Guézer, de suerte que los cananeos siguen viviendo entre ellos. (Jueces 1, 29)

  • Zabulón tampoco pudo echar de Quitrón y de Nahalol a los cananeos, que siguen viviendo entre ellos, pero sometidos a trabajos forzados. (Jueces 1, 30)

  • Tampoco Aser pudo echar de Aco, Sidón, Majaleb, Afec y Rejob a los cananeos, (Jueces 1, 31)

  • Neftalí tampoco pudo echar a los habitantes de Bet Semes ni de Bet Anat, por lo que se quedaron a vivir entre los cananeos; pero a los habitantes de Bet Semes y Bet Anat los sometieron a trabajos forzados. (Jueces 1, 33)

  • Quitaron de en medio de ellos los dioses extranjeros y adoraron al Señor. Y él no pudo soportar por más tiempo la aflicción de Israel. (Jueces 10, 16)


“Amemos ao próximo. Custa tão pouco querer bem ao outro.” São Padre Pio de Pietrelcina