Znaleziono 2182 Wyniki dla: mar

  • Sara se echó a reír, pensando para sí: "¿Después de haber envejecido he de conocer el placer, siendo también mi marido viejo?". (Génesis 18, 12)

  • Llamaron a Lot y le dijeron: "¿Dónde están esos hombres que han venido a tu casa esta noche? Sácanoslos para que abusemos de ellos". (Génesis 19, 5)

  • Después mandó llamar a Abrahán y le dijo: "¿Qué nos has hecho? ¿En qué te he ofendido para que nos hayas expuesto, a mí y a mi reino, a cometer un pecado tan grave? Tú has hecho conmigo lo que no se debe hacer". (Génesis 20, 9)

  • Pero Abrahán tuvo que llamar la atención a Abimelec porque sus criados se habían apoderado con violencia de un pozo. (Génesis 21, 25)

  • Abrahán plantó en Berseba un tamarisco e invocó allí al Señor, Dios de la eternidad. (Génesis 21, 33)

  • te colmaré de bendiciones y multiplicaré tanto tu descendencia, que será como las estrellas del cielo y como la arena que hay a la otra orilla del mar, y tu descendencia ocupará la puerta de sus enemigos. (Génesis 22, 17)

  • Quiero que me jures por el Señor, Dios del cielo y de la tierra, que no tomarás para mi hijo una mujer de entre las hijas de los cananeos entre las cuales habito, (Génesis 24, 3)

  • sino que irás a mi tierra, adonde están los míos, a tomar una mujer para mi hijo Isaac". (Génesis 24, 4)

  • Mi amo me hizo prestar este juramento: No tomarás mujer para mi hijo de entre las hijas de los cananeos, en cuya tierra habito, (Génesis 24, 37)

  • sino que irás a la casa de mi padre, a mi familia, y de allí tomarás mujer para mi hijo. (Génesis 24, 38)

  • Él me respondió: El Señor, en cuya presencia he caminado siempre, enviará su ángel contigo y dará éxito a tu viaje. Tú tomarás para mi hijo una mujer de mi familia y de la casa de mi padre. (Génesis 24, 40)

  • Me incliné después profundamente y adoré y bendije al Señor, Dios de mi amo Abrahán, que me había guiado por el recto camino para tomar para el hijo de mi amo a la hija de su hermano. (Génesis 24, 48)


“A sua função é tirar e transportar as pedras, e arrancar os espinhos. Jesus é quem semeia, planta, cultiva e rega. Mas seu trabalho também é obra de Jesus. Sem Ele você nada pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina