Znaleziono 240 Wyniki dla: discípulos

  • Cuando Jesús terminó todos estos razonamientos, dijo a sus discípulos: (Mateo 26, 1)

  • Al ver esto los discípulos, se indignaron y dijeron: "¿A qué viene este derroche? (Mateo 26, 8)

  • El primer día de la fiesta de los panes sin levadura se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: "¿Dónde quieres que te preparemos la cena de la pascua?". (Mateo 26, 17)

  • Él dijo: "Id a la ciudad, a casa de Fulano, y decidle: El maestro dice: Mi hora está cerca; quiero celebrar en tu casa la cena de la pascua con mis discípulos". (Mateo 26, 18)

  • Durante la cena Jesús tomó pan, lo bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: "Tomad y comed. Esto es mi cuerpo". (Mateo 26, 26)

  • Jesús fue con ellos a un huerto llamado Getsemaní, y dijo a los discípulos: "Quedaos aquí mientras voy más allá a orar". (Mateo 26, 36)

  • Volvió a los discípulos, los encontró dormidos y dijo a Pedro: "¿Conque no habéis podido velar una hora conmigo? (Mateo 26, 40)

  • Después fue a los discípulos y les dijo: "¡Dormid ahora y descansad! Ya llega la hora, y el hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores. (Mateo 26, 45)

  • Pero todo esto sucede para que se cumpla lo que escribieron los profetas". Entonces todos los discípulos lo abandonaron y huyeron. (Mateo 26, 56)

  • Manda asegurar el sepulcro hasta el día tercero, no sea que vengan sus discípulos, lo roben y digan al pueblo: Ha resucitado de entre los muertos, y el último engaño sea peor que el primero". (Mateo 27, 64)

  • Id en seguida a decir a sus discípulos: Ha resucitado de entre los muertos y va delante de vosotros a Galilea. Allí le veréis. Ya os lo he dicho". (Mateo 28, 7)

  • Ellas se alejaron a toda prisa del sepulcro, y con miedo y gran alegría corrieron a llevar la noticia a los discípulos. (Mateo 28, 8)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina