Znaleziono 17 Wyniki dla: digna
Llamó a su hijo Tobías y le dijo: "Cuando muera, dame una sepultura digna. Honra a tu madre y no la abandones nunca. Haz lo que le agrade y nunca la entristezcas con tu conducta. (Tobías 4, 3)
Pero, sobre todo, fue admirable la madre, y digna de gloriosa memoria. Ella, viendo muertos a sus siete hijos en el espacio de un día, lo llevaba todo con ánimo grande por la esperanza que tenía en el Señor. (II Macabeos 7, 20)
para que recibiera una digna colonia de hijos de Dios esta tierra para ti más querida que todas. (Sabiduría 12, 7)
¿Qué raza es digna de honor? La humana. ¿Qué raza es digna de honor? Los que temen al Señor. ¿Qué raza es despreciable? La raza humana. ¿Qué raza es despreciable? Los que violan los mandamientos. (Eclesiástico 10, 19)
Eres digna de tu madre, que abandonó a su marido y a sus hijos; digna hermana de tus hermanas, que abandonaron a sus maridos y a sus hijos. Vuestra madre fue una hitita, vuestro padre un amorreo. (Ezequiel 16, 45)
tal como has visto, que una piedra se desprendió, sin intervención humana, del monte, y pulverizó el hierro, el bronce, la arcilla, la plata y el oro. El Dios grande ha manifestado al monarca lo que sucederá en el futuro. El sueño es verdadero, y digna de fe su interpretación". (Daniel 2, 45)
Yo -que estoy preso por la causa del Señor- os pido que caminéis de una manera digna de la vocación que habéis recibido. (Efesios 4, 1)
Os pido sobre todo que viváis una vida digna del evangelio de Cristo para que, sea que vaya y lo vea, sea que ausente lo oiga, perseveréis firmes en un mismo espíritu, luchando con una sola alma por la fe del evangelio, (Filipenses 1, 27)
y os comportéis de una manera digna del Señor, intentando complacerle en todo, fructificando en toda obra buena y creciendo en el conocimiento de Dios, (Colosenses 1, 10)
y así os exhortábamos, os animábamos y os alentábamos a llevar una vida digna de Dios, que os llama a su reino y a su gloria. (I Tesalonicenses 2, 12)
que cada uno de vosotros sepa tratar su propio cuerpo de una manera digna y honesta, (I Tesalonicenses 4, 4)
Esta doctrina es digna de crédito y debe ser aceptada sin reserva: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, el primero de los cuales soy yo. (I Timoteo 1, 15)
