Znaleziono 876 Wyniki dla: ciudad

  • los ancianos de su ciudad le mandarán prender y le entregarán en manos del vengador de sangre, para que lo mate. (Deuteronomio 19, 12)

  • Cuando te acerques a una ciudad para atacarla, le brindarás primero la paz. (Deuteronomio 20, 10)

  • Las mujeres, los niños, los ganados y lo que haya en la ciudad, lo tomarás contigo y disfrutarás del botín que el Señor, tu Dios, te haya dado. (Deuteronomio 20, 14)

  • Si para conquistar una ciudad te ves obligado a sitiarla por largo tiempo, no destruyas los árboles a golpe de hacha. Come sus frutos, pero no los tales. ¿Es que son hombres los árboles del campo para que los asedies? (Deuteronomio 20, 19)

  • para localizar la más cercana. Entonces los ancianos de esta ciudad tomarán una becerra que no haya trabajado todavía ni haya sido uncida al yugo, (Deuteronomio 21, 3)

  • Y todos los ancianos de la ciudad más cercana a la víctima lavarán sus manos sobre la becerra degollada en el valle, (Deuteronomio 21, 6)

  • los padres lo llevarán a los ancianos a las puertas de la ciudad (Deuteronomio 21, 19)

  • Si tu hermano no es de tu ciudad ni lo conoces, encierra el animal en tu casa y tenlo allí hasta que tu hermano venga a buscarlo, y entonces se lo entregarás. (Deuteronomio 22, 2)

  • los padres de la joven tomarán las pruebas de la virginidad y las presentarán a los ancianos en las puertas de la ciudad. (Deuteronomio 22, 15)

  • tanto que le hace acusaciones deshonrosas, diciendo: No he encontrado virgen a tu hija. Pero ahí están las pruebas de la virginidad. Y extenderá la sábana ante los ancianos de la ciudad. (Deuteronomio 22, 17)

  • la sacarán fuera de la casa de su padre y toda la ciudad la matará a pedradas, por haber cometido una acción infame en Israel prostituyendo la casa de su padre. Así extirparás la maldad de en medio de ti. (Deuteronomio 22, 21)

  • Si uno encuentra en la ciudad a una joven virgen prometida de otro y se acuesta con ella, (Deuteronomio 22, 23)


“Devo fazer somente a vontade de Deus e, se lhe agrado, o restante não conta.” São Padre Pio de Pietrelcina