Znaleziono 57 Wyniki dla: Bendecid

  • "Los príncipes de Israel se pusieron al frente, el pueblo se ofreció voluntario. ¡Bendecid al Señor! (Jueces 5, 2)

  • Mi corazón se vuelve a los jefes de Israel, a los valientes del pueblo: ¡Bendecid al Señor! (Jueces 5, 9)

  • David dijo a toda la asamblea: "¡Bendecid al Señor, nuestro Dios!". Y toda la asamblea bendijo al Señor, Dios de sus padres, y postrándose se inclinaron reverentes ante el Señor y ante el rey. (I Crónicas 29, 20)

  • Y los levitas Josué, Cadmiel, Baní, Jasabnías, Serebías, Hodiyías, Sebanías y Petajías dijeron: "Levantaos y bendecid al Señor, vuestro Dios, desde siempre y por siempre. ¡Bendito sea tu nombre sublime y excelso, superior a toda bendición y alabanza! (Nehemías 9, 5)

  • Entonces el ángel llamó a los dos aparte y les dijo: "Bendecid a Dios y dadle gracias, honradle y alabadle ante todo el mundo porque os ha colmado de bienes. Bendecidle y cantad himnos a su nombre. Dad a conocer a todos los hombres las obras de Dios, como es justo, y no os canséis de darle gracias. (Tobías 12, 6)

  • Pero él les dijo: "No temáis; la paz esté con vosotros. Bendecid siempre al Señor. (Tobías 12, 17)

  • Vosotros ahora bendecid en la tierra al Señor y dadle gracias; yo me voy al que me envió. Escribid lo que os ha sucedido". Y desapareció. (Tobías 12, 20)

  • Considerad lo que ha hecho por vosotros y con voz potente dadle gracias. Bendecid al Señor de la justicia, ensalzad al rey de los siglos. (Tobías 13, 7)

  • Pueblos, bendecid a nuestro Dios, proclamad a plena voz sus alabanzas; (Salmos 66, 8)

  • Bendecid a Dios en vuestras asambleas, bendecid al Señor en las reuniones de Israel. (Salmos 68, 27)

  • cantad al Señor, bendecid su nombre, proclamad día tras día su salvación; (Salmos 96, 2)

  • Los que practicáis la justicia, alegraos en el Señor y bendecid su santa memoria. (Salmos 97, 12)


“Amar significa dar aos outros – especialmente a quem precisa e a quem sofre – o que de melhor temos em nós mesmos e de nós mesmos; e de dá-lo sorridentes e felizes, renunciando ao nosso egoísmo, à nossa alegria, ao nosso prazer e ao nosso orgulho”. São Padre Pio de Pietrelcina