Znaleziono 1242 Wyniki dla: quien

  • Quien se siente sobre un mueble donde se haya sentado cualquiera que padece flujo lavará sus vestidos, se bañará en agua y será impuro hasta la tarde. (Levítico 15, 6)

  • Quien toque el cuerpo del que padece flujo lavará sus vestidos, se bañará en agua y será impuro hasta la tarde. (Levítico 15, 7)

  • Quien toque un objeto que haya estado debajo de él quedará impuro hasta la tarde. Y el que los lleve lavará sus vestidos, se bañará en agua y será impuro hasta la tarde. (Levítico 15, 10)

  • Todo aquel a quien toque el que padece flujo sin haberse lavado las manos con agua lavará sus vestidos, se bañará en agua y quedará impuro hasta la tarde. (Levítico 15, 11)

  • La mujer que tiene flujo, el flujo de sangre de su cuerpo, permanecerá en su impureza por espacio de siete días. Y quien la toque será impuro hasta la tarde. (Levítico 15, 19)

  • Quien toque su lecho lavará los vestidos, se bañará en agua y permanecerá impuro hasta la tarde. (Levítico 15, 21)

  • Quien toque un mueble cualquiera sobre el que ella se haya sentado lavará sus vestidos, se bañará en agua y será impuro hasta la tarde. (Levítico 15, 22)

  • Quien toque algo que esté puesto sobre el lecho o sobre el mueble donde ella se sienta quedará impuro hasta la tarde. (Levítico 15, 23)

  • Quien los toque quedará impuro y lavará sus vestidos, se bañará en agua u quedará impuro hasta la tarde. (Levítico 15, 27)

  • Porque la vida de toda carne es su sangre. Por eso mando a los israelitas: «No comeréis la sangre de ninguna carne, pues la vida de toda carne es su sangre. Quien la coma, será exterminado.» (Levítico 17, 14)

  • Quien maldiga a su padre o a su madre, será muerto sin remedio, pues ha maldecido a su padre o a su madre; su sangre caerá sobre él. (Levítico 20, 9)

  • Le tendrás por santo, porque él es quien presenta el alimento de tu Dios; por tanto será santo para ti, pues santo soy yo, Yahveh, el que os santifico. (Levítico 21, 8)


“Quando Jesus vem a nós na santa comunhão, encontra alegria em Sua criatura. Por nossa parte, procuremos Nele a nossa alegria.” São Padre Pio de Pietrelcina