Znaleziono 196 Wyniki dla: quedó

  • Se quedó junto a Amasá uno de los criados de Joab que decía: «Quien quiera a Joab y quien esté por David, que siga a Joab.» (II Samuel 20, 11)

  • Sepultaron los huesos de Saúl, los de su hijo Jonatán y los de los despeñados, en tierra de Benjamín, en Selá, en el sepulcro de Quis, padre de Saúl, y ejecutaron cuanto había ordenado el rey, después de lo cual Dios quedó aplacado con la tierra. (II Samuel 21, 14)

  • Invoco a Yahveh que es digno de alabanza, y quedo a salvo de mis enemigos. (II Samuel 22, 4)

  • El fondo del mar quedó a la vista, los cimientos del orbe aparecieron ante la increpación de Yahveh, al resollar al aliento en sus narices. (II Samuel 22, 16)

  • El rey David respondió diciendo: «Llamadme a Betsabé.» Entró ella donde el rey y se quedó ante él. (I Reyes 1, 28)

  • Y quedó acabado el trabajo de las columnas. (I Reyes 7, 22)

  • los manjares de su mesa, las habitaciones de sus servidores, el porte de sus ministros y sus vestidos, sus coperos y los holocaustos que ofrecía en la Casa de Yahveh, se quedó sin aliento, (I Reyes 10, 5)

  • Respondió el rey al hombre de Dios: «Aplaca, por favor el rostro de Yahveh tu Dios, para que mi mano pueda volver a mí.» Aplacó el hombre de Dios el rostro de Yahveh, volvió la mano al rey y quedo como antes. (I Reyes 13, 6)

  • Después de estas cosas, el hijo de la dueña de la casa cayó enfermo, y la enfermedad fue tan recia que se quedó sin aliento. (I Reyes 17, 17)

  • El dijo: «Ardo en celo por Yahveh, Dios Sebaot, porque los israelitas han abandonado tu alianza, han derribado tus altares y han pasado a espada a tus profetas; quedo yo solo y buscan mi vida para quitármela.» (I Reyes 19, 10)

  • El respondió: «Ardo en celo por Yahveh, Dios Sebaot, porque los israelitas han abandonado tu alianza, han derribado tus altares y han pasado a espada a tus profetas; quedo yo solo y buscam mi vida para quitármela.» (I Reyes 19, 14)

  • Ocozías se cayó por la celosía de su habitación de arriba de Samaría; quedó maltrecho, y envió mensajeros a los que dijo: «Id a consultar a Baal Zebub, dios de Ecrón, si sobreviviré a esta disgracia.» (II Reyes 1, 2)


“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina