Znaleziono 69 Wyniki dla: libre

  • Entonces quedarás libre de mi maldición, cuando llegues a mi parentela; y si no te la dieren también quedarás libre de mi maldición.» (Génesis 24, 41)

  • De tu espada vivirás y a tu hermano servirás. Mas luego, cuando te hagas libre, partirás su yugo de sobre tu cerviz.» (Génesis 27, 40)

  • Cuando compres un esclavo hebreo, servirá seis años, y el séptimo quedará libre sin pagar rescate. (Exodo 21, 2)

  • Si un hombre se acuesta maritalmente con una mujer que es una sierva perteneciente a otro, sin que haya sido rescatada ni liberada, será él castigado, pero no con pena de muerte, pues ella no era libre. (Levítico 19, 20)

  • Pero si no halla lo suficiente para recuperarla, lo vendido quedará en poder del comprador hasta el año jubilar, y en el jubileo quedará libre; y el vendedor volverá a su posesión. (Levítico 25, 28)

  • En caso de no ser rescatada para él dentro de un año entero, la casa situada en ciudad amurallada quedará a perpetuidad para el comprador y sus descendientes y no quedará libre en el jubileo. (Levítico 25, 30)

  • En el caso de que se haya de rescatar de mano de un levita, lo vendido - una casa que es propiedad suya en la ciudad - quedará libre en el jubileo; porque las casas de las ciudades de los levitas son su propiedad en medio de los israelitas. (Levítico 25, 33)

  • Si nos es rescatado por otros, quedará libre el año del jubileo, él y sus hijos con él. (Levítico 25, 54)

  • Ese campo, cuando quede libre en el jubileo, será consagrada a Yahveh como campo de anatema y será propiedad del sacerdote. (Levítico 27, 21)

  • Si tu hermano hebreo, hombre o mujer, se vende a ti, te servirá durante seis años y al séptimo le dejarás libre. (Deuteronomio 15, 12)

  • Al dejarle libre, no le mandarás con las manos vacías; (Deuteronomio 15, 13)

  • (Que va hacer Yahveh justicia al pueblo suyo, va a apiadarse de sus siervos.) Porque verá que su fuerza se agota, que no queda ya libre ni esclavo. (Deuteronomio 32, 36)


“Reze, reze! Quem muito reza se salva e salva os outros. E qual oração pode ser mais bela e mais aceita a Nossa Senhora do que o Rosario?” São Padre Pio de Pietrelcina