Znaleziono 62 Wyniki dla: adónde

  • Y al primero le encargó: «Cuando te salga al paso mi hermano Esaú y te pregunte "de quién eres y adónde vas, y para quién es eso que va delante de ti", (Génesis 32, 18)

  • Jacob llegó adonde su padre Isaac, a Mambré o Quiryat Arbá, - o sea, Hebrón - donde residieron Abraham e Isaac. (Génesis 35, 27)

  • Bajó, pues, Moisés del monte, adonde estaba el pueblo, y ellos lavaron sus vestidos. (Exodo 19, 14)

  • Bajó, pues, Moisés adonde estaba el pueblo y les dijo... (Exodo 19, 25)

  • Ahora ve y conduce al pueblo adonde te he dicho. He aquí que mi ángel irá delante de ti, mas en el día de mi visita los castigaré yo por su pecado.» (Exodo 32, 34)

  • Guardad, pues, todos mis preceptos y todas mis normas, y cumplidlos; así no os vomitará la tierra adonde os llevo para que habitéis en ella. (Levítico 20, 22)

  • ¿Adónde vamos a subir? Nuestros hermanos nos han descorazonado al decir: Es un pueblo más grande y corpulento que nosotros, las ciudades son grandes y sus murallas llegan hasta el cielo. Y hasta anaquitas hemos visto allí.» (Deuteronomio 1, 28)

  • Yahveh os dispersará entre los pueblos y no quedaréis más que unos pocos, en medio de las naciones adonde Yahveh os lleve. (Deuteronomio 4, 27)

  • Yahveh hará que se te pegue la peste, hasta que te haga desaparecer de este suelo adonde vas a entrar para tomarlo en posesión. (Deuteronomio 28, 21)

  • Y sucederá que lo mismo que Yahveh se complacía en haceros favor y en multoplicaros, así se gozará en perderos, y destruiros. Seréis arrancados del suelo adonde vas a entrar para tomarlo en posesión. (Deuteronomio 28, 63)

  • Cuando se iba a cerrar la puerta por la noche, esos hombres salieron y no sé adónde han ido. Perseguidles aprisa, que los alcanzaréis.» (Josué 2, 5)

  • Llegó Meribbaal, hijo de Jonatán, hijo de Saúl, adonde David y cayendo sobre su rostro se postró. David le dijo: «Meribbaal», y respondió: «Aquí tienes a tu siervo.» (II Samuel 9, 6)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina