Znaleziono 60 Wyniki dla: venga

  • Te ruego que me libres de la amenaza de mi hermano Esaú, porque tengo miedo de que él venga y nos destruya, sin perdonar a nadie. (Génesis 32, 12)

  • Por eso van a ser sometidos a una prueba: juro por el Faraón que ustedes no quedarán en libertad, mientras no venga aquí su hermano menor. (Génesis 42, 15)

  • Cuando ustedes, en su propia tierra, tengan que combatir contra un enemigo que venga a atacarlos, deberán tocar las trompetas profiriendo aclamaciones, y el Señor, su Dios, se acordará de ustedes, y se verán libres de sus enemigos. (Números 10, 9)

  • Si ese hermano no es tu vecino o no sabes quién es, encierra al animal en tu casa y cuídalo hasta que él lo venga a reclamar. Entonces se lo devolverás. (Deuteronomio 22, 2)

  • Entonces Jonadab le dijo: "Acuéstate como si estuvieras enfermo, y cuando tu padre venga a verte, tú le dirás: ‘Deja que mi hermana Tamar venga a darme de comer; que prepare la comida en mi presencia, de manera que yo pueda ver, y que me la sirva ella misma’". (II Samuel 13, 5)

  • Amnón se acostó, fingiendo estar enfermo y cuando el rey fue a verlo, Amnón le dijo: "Por favor, que venga mi hermana Tamar a cocinar aquí mismo un par de buñuelos, y que me los sirva con sus propias manos". (II Samuel 13, 6)

  • Entonces Absalón dijo: "Permite al menos que venga con nosotros mi hermano Amnón". "¿Para qué va a ir contigo?", repuso David. (II Samuel 13, 26)

  • Pero el rey dijo: "Que se retire a su casa y no venga a verme". Absalón se retiró a su casa y no se presentó ante el rey. (II Samuel 14, 24)

  • el Dios que venga mis agravios y pone a los pueblos a mis pies! (II Samuel 22, 48)

  • -porque se oirá hablar de tu gran Nombre, de tu mano poderosa y de tu brazo extendido- cuando él venga a orar hacia esta Casa, (I Reyes 8, 42)

  • Entonces el rey de Israel llamó a un eunuco y ordenó: "Que venga en seguida Miqueas, hijo de Imlá". (I Reyes 22, 9)

  • Vamos a construirle una pequeña habitación en la terraza; le pondremos allí una cama, una mesa, una silla y una lámpara, y así, cuando él venga, tendrá donde alojarse". (II Reyes 4, 10)


“O Anjo de Deus não nos abandona jamais.” São Padre Pio de Pietrelcina