Znaleziono 12 Wyniki dla: orgulloso

  • Por lo tanto, hijo mío, prefiere a tus hermanos; no te muestres orgulloso con los hijos y las hijas de tu pueblo, rehusando tomar una esposa entre ellos. Porque el orgullo acarrea la ruina y un gran desorden, y la ociosidad lleva a la decadencia y a la miseria; ella es, en efecto, madre de la penuria. (Tobías 4, 13)

  • Tú lo conoces todo, y sabes muy bien, Señor, que no ha sido por arrogancia, ni por soberbia o amor propio, que yo me negué a postrarme ante el orgulloso Amán: (Ester 13, 12)

  • Da libre curso a los desbordes de tu ira y humilla al orgulloso con tu sola mirada. (Job 40, 11)

  • ¡Que el pie del orgulloso no me alcance ni me derribe la mano del malvado! (Salmos 36, 12)

  • El Señor está en las alturas, pero se fija en el humilde y reconoce al orgulloso desde lejos. (Salmos 138, 6)

  • No hay remedio para el mal del orgulloso, porque una planta maligna ha echado raíces en él. (Eclesiástico 3, 28)

  • El que toca el betún se queda manchado, y el que trata con el orgulloso se vuelve igual a él. (Eclesiástico 13, 1)

  • La violencia y la soberbia hacen perder las riquezas: así será arrasada la casa del orgulloso. (Eclesiástico 21, 4)

  • El que educa bien a su hijo encontrará satisfacción en él y se sentirá orgulloso entre sus conocidos. (Eclesiástico 30, 2)

  • Nos hemos enterado del orgullo de Moab, el muy orgulloso: ¡de su arrogancia, su orgullo, su arrebato, su charlatanería inconsistente! (Isaías 16, 6)

  • Hemos oído el orgullo de Moab, el muy orgulloso: ¡qué altanería, qué orgullo, qué arrogancia, qué altivez en su corazón! (Jeremías 48, 29)

  • es un ignorante y un orgulloso, ávido de discusiones y de vanas polémicas. De allí nacen la envidia, la discordia, los insultos, las sospechas malignas (I Timoteo 6, 4)


Por que a tentação passada deixa na alma uma certa perturbação? perguntou um penitente a Padre Pio. Ele respondeu: “Você já presenciou um tremor de terra? Quando tudo estremece a sua volta, você também é sacudido; no entanto, não necessariamente fica enterrado nos destroços!” São Padre Pio de Pietrelcina