Znaleziono 16 Wyniki dla: limpio

  • Eliseo mandó un mensajero para que le dijera: "Ve a bañarte siete veces en el Jordán; tu carne se restablecerá y quedarás limpio". (II Reyes 5, 10)

  • ¿Acaso los ríos de Damasco, el Abaná y el Parpar, no valen más que todas las aguas de Israel? ¿No podía yo bañarme en ellos y quedar limpio?". Y dando media vuelta, se fue muy enojado. (II Reyes 5, 12)

  • Pero sus servidores se acercaron para decirle: "Padre, si el profeta te hubiera mandado una cosa extraordinaria ¿no la habrías hecho? ¡Cuánto más si él te dice simplemente: Báñate y quedarás limpio!". (II Reyes 5, 13)

  • Entonces bajó y se sumergió siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del hombre de Dios; así su carne se volvió como la de un muchacho joven y quedó limpio. (II Reyes 5, 14)

  • Tenderé sobre Jerusalén la cuerda de Samaría y el nivel de la casa de Ajab, y limpiaré a Jerusalén como se limpia un plato, y una vez limpio, se lo vuelve boca abajo. (II Reyes 21, 13)

  • Tú has dicho: "Mi doctrina es pura y estoy limpio ante tus ojos". (Job 11, 4)

  • "Soy puro, no cometí ninguna falta; estoy limpio y libre de culpa; (Job 33, 9)

  • Purifícame con el hisopo y quedaré limpio; lávame, y quedaré más blanco que la nieve. (Salmos 51, 9)

  • Donde no hay bueyes, el establo está limpio, pero la fuerza de un toro da mucha ganancia. (Proverbios 14, 4)

  • ¿Quién puede decir: "Purifiqué mi corazón, estoy limpio de mi pecado"? (Proverbios 20, 9)

  • Así como el servidor vigilado constantemente nunca se libra de algún golpe, así el que jura y pronuncia el Nombre en todo momento no quedará limpio de pecado. (Eclesiástico 23, 10)

  • La cavó, la limpió de piedras y la plantó con cepas escogidas; edificó una torre en medio de ella y también excavó un lagar. Él esperaba que diera uvas, pero dio frutos agrios. (Isaías 5, 2)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina