Znaleziono 299 Wyniki dla: llegó

  • Cumplió Samuel lo que Yavé le había mandado. Cuando llegó a Belén, los jefes de la ciudad salieron temblando a su encuentro y le preguntaron: «¿Vienes en son de paz?» (1 Samuel 16, 4)

  • Llegó David donde Saúl y se quedó a su servicio. (1 Samuel 16, 21)

  • Se levantó David de madrugada, dejó su rebaño encargado a un pastor y, tomando las cosas, se fue como le había mandado su padre. Y llegó al campamento justo cuando el ejército salía para ponerse en posición de ataque lanzando el grito de guerra. (1 Samuel 17, 20)

  • Pero cuando llegó el tiempo en que Merob, hija de Saúl, debía desposarse con David, fue dada por esposa a Adriel de Mejolá. (1 Samuel 18, 19)

  • Entonces fue Saúl en persona a Ramá y, cuando llegó al pozo, preguntó: «¿Dónde están Samuel y David?» Le contestaron: «Están en las Celdas.» (1 Samuel 19, 22)

  • David, pues, se escondió en el campo. Llegó la luna nueva y el rey se sentó a la mesa para comer. (1 Samuel 20, 24)

  • David llegó a Nob y se presentó al sacerdote Ajimelec. Este salió asustado a recibirlo y le dijo: «¿Por qué estás solo y no hay nadie contigo?» (1 Samuel 21, 2)

  • llegó un hombre con un mensaje para Saúl: «Ven rápido porque los filisteos han invadido el país.» (1 Samuel 23, 27)

  • envió espías para saber dónde se encontraba. Luego se puso en camino y llegó hasta el lugar donde acampaba Saúl. (1 Samuel 26, 4)

  • David partió con sus seiscientos hombres, y llegó al torrente Besor. Allí se quedaron doscientos que estaban muy cansados para cruzar el torrente. (1 Samuel 30, 9)

  • Cuando David llegó a donde había dejado a los doscientos hombres, éstos salieron a su encuentro. David se acercó y los saludó preguntándoles si todo estaba bien. (1 Samuel 30, 21)

  • Llegó David a Siquelag y envió parte del botín a los jefes locales de Judá, parientes suyos, diciendo: «Reciban este presente de lo que hemos tomado de los enemigos de Yavé.» (1 Samuel 30, 26)


“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina