14. Jacob puso de pie una piedra como monumento, en el lugar en que había hablado con Dios, y derramó sobre ella vino y aceite.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina