1. Por eso no tienes excusa, tú, quienquiera que seas, al juzgar; porque en lo que juzgas a otro, a ti mismo te condenas, ya que haces tú las mismas cosas que juzgas.





“O mais belo Credo é o que se pronuncia no escuro, no sacrifício, com esforço”. São Padre Pio de Pietrelcina