6. Sí, como a una mujer abandonada y desolada te ha requerido el Señor. A la esposa tomada en la juventud, ¿se la puede rechazar? -dice tu Dios-.





“Não se aflija a ponto de perder a paz interior. Reze com perseverança, com confiança, com calma e serenidade.” São Padre Pio de Pietrelcina