27. El rey dijo al sacerdote Sadoc: "Mira, tú y Abiatar volved en paz a la ciudad. Y que vuelva con vosotros Ajimás, tu hijo, y Jonatán, hijo de Abiatar;





“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina