Exodo, 35
22. Vinieron hombres y mujeres. Todos los generosos de corazón trajeron arillos y pendientes, anillos y cadenillas, brazaletes y toda clase de objetos de oro. Cada uno presentó al Señor una ofrenda de oro.
22. Vinieron hombres y mujeres. Todos los generosos de corazón trajeron arillos y pendientes, anillos y cadenillas, brazaletes y toda clase de objetos de oro. Cada uno presentó al Señor una ofrenda de oro.
El Capítulo 35 del libro de Exodus trata sobre la contribución voluntaria de la gente a la construcción del tabernáculo y los objetos sagrados que se utilizarían en los rituales religiosos. Los versos relacionados con los temas abordados en este capítulo son:
1 Crónicas 29:9 - "Y la gente se regocijó con estas ofrendas voluntarias, porque las hicieron sinceramente al Señor. Y David, el rey, también se regocijaron enormemente". Este versículo muestra la alegría de las personas para contribuir voluntariamente al trabajo del Señor, como sucedió en la construcción del Tabernáculo.
2 Corintios 9:7 - "Cada uno da como se propone en su corazón, no con tristeza o necesidad; porque Dios ama lo que da con alegría". Pablo instruye a los corintios que contribuyan voluntariamente a la obra de Dios, sin tristeza ni presión, pero con alegría en el corazón.
Proverbios 3:9-10 - "Honre al Señor con sus bienes y las primeras frutas de todos sus ingresos; y sus graneros se llenarán abundantemente, y se desbordarán con su turno con vino". Este versículo destaca la importancia de honrar al Señor con nuestras posesiones, y promete que aquellos que lo hagan serán bendecidos abundantemente.
1 Timothy 6:17-19 - "Envíe a los ricos de este mundo para que no sean arrogantes, ni coloquen su esperanza en la incertidumbre de las riquezas, sino en Dios, lo que nos da abundantemente todas las cosas para disfrutarlas; rico con buenas obras , generoso en dar y listo para dividirse; que se acumulan para sí mismos tesoros que sirven como fundación para el futuro para aprovechar la vida verdadera ". Pablo enseña que aquellos que son ricos deben ser generosos en dar y compartir, acumulando tesoros para sí mismos en el cielo.
2 Corintios 8:1-5- "Hermanos, te hacemos saber la gracia de Dios otorgada a las iglesias de Macedonia; porque en medio de muchas pruebas de tribulación, expresaron abundancia de alegría, y su profunda pobreza ha superado en gran gran riqueza de su generosidad; porque testifico, de acuerdo con sus posesiones e incluso por encima de ellas, nos dio espontáneamente, preguntándonos, con gran aumento, el privilegio de participar en este servicio a favor de los santos. Y no solo esperábamos, sino que sino que también esperábamos, sino que sino que también esperábamos, sino que sino que esperábamos, sino que también esperábamos, sino que también esperábamos, sino que también esperábamos, sino que también esperábamos, sino que también esperábamos, sino que esperábamos, sino que también esperábamos, sino que también esperábamos, sino que esperábamos, sino que también esperábamos, sino que también esperábamos, sino que también esperábamos, sino que también esperábamos, sino que también esperábamos, sino que también esperábamos, sino que también esperábamos, sino que también esperábamos, sino que también esperábamos, sino que también esperábamos, sino que sino que también esperábamos, sino que esperábamos, sino que esperábamos, sino que también esperábamos, sino que sino que también esperábamos. Para ellos mismos, incluso primero se dieron al Señor, y luego a nosotros, por la voluntad de Dios ". Este versículo informa la generosidad de los hermanos de Macedonia, quienes, incluso en medio de la pobreza y la tribulación, contribuyeron voluntariamente a la obra del Señor.
“A mulher forte é a que tem temor de Deus, a que mesmo à custa de sacrifício faz a vontade de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina
