Salmos, 73

La Biblia de Jerusalén

1 Salmo. De Asaf. En verdad bueno es Dios para Israel, el Señor para los de puro corazón.

2 Por poco mis pies se me extravían, nada faltó para que mis pasos resbalaran,

3 celoso como estaba de los arrogantes, al ver la paz de los impíos.

4 No, no hay congojas para ellos, sano y rollizo está su cuerpo;

5 no comparten la pena de los hombres, con los humanos no son atribulados.

6 Por eso el orgullo es su collar, la violencia el vestido que los cubre;

7 la malicia les cunde de la grasa, de artimañas su corazón desborda.

8 Se sonríen, pregonan la maldad, hablan altivamente de violencia;

9 ponen en el cielo su boca, y su lengua se pasea por la tierra.

10 Por eso mi pueblo va hacia ellos: aguas de abundancia les llegan.

11 Dicen: «¿Cómo va a saber Dios? ¿Hay conocimiento en el Altísimo?»

12 Miradlos: ésos son los impíos, y, siempre tranquilos, aumentan su riqueza.

13 ¡Así que en vano guardé el corazón puro, mis manos lavando en la inocencia,

14 cuando era golpeado todo el día, y cada mañana sufría mi castigo!

15 Si hubiera dicho: «Voy a hablar como ellos», habría traicionado a la raza de tus hijos;

16 me puse, pues, a pensar para entenderlo, ¡ardua tarea ante mis ojos!

17 Hasta el día en que entré en los divinos santuarios, donde su destino comprendí:

18 oh, sí, tú en precipicios los colocas, a la ruina los empujas.

19 ¡Ah, qué pronto quedan hechos un horror, cómo desaparecen sumidos en pavores!

20 Como en un sueño al despertar, Señor, así, cuando te alzas, desprecias tú su imagen.

21 Sí, cuando mi corazón se exacerbaba, cuando se torturaba mi conciencia,

22 estúpido de mí, no comprendía, una bestia era ante ti.

23 Pero a mí, que estoy siempre contigo, de la mano derecha me has tomado;

24 me guiarás con tu consejo, y tras la gloria me llevarás.

25 ¿Quién hay para mí en el cielo? Estando contigo no hallo gusto ya en la tierra.

26 Mi carne y mi corazón se consumen: ¡Roca de mi corazón, mi porción, Dios por siempre!

27 Sí, los que se alejan de ti perecerán, tú aniquilas a todos los que te son adúlteros.

28 Mas para mí, mi bien es estar junto a Dios; he puesto mi cobijo en el Señor, a fin de publicar todas tus obras.




Versículos relacionados com Salmos, 73:

El Salmo 73 aborda el tema de la prosperidad de la justicia malvada y divina. El salmista se pregunta por qué los malvados parecen ser ventajosos y viven una vida próspera, mientras él, que busca seguir a Dios, pasa por dificultades y sufrimiento. Reflexiona sobre lo fácil que es ser tentado a desviarse del camino de la justicia al ver la aparente felicidad de los malvados. Sin embargo, encuentra consuelo para darse cuenta de que la verdadera prosperidad proviene de estar cerca de Dios y que la justicia divina no falla.

Salmo 37:7-8: "Descanse en el Señor y espere con paciencia; no te aburres con el éxito de los demás, ni con aquellos que inventan el mal. Evite la ira y rechazan la furia; no te preocupes, lo Solo conduce al mal ". Este versículo fomenta la paciencia y la confianza en Dios, incluso frente a la aparente prosperidad de los malvados. Él aconseja evitar la envidia, el odio y la confianza de que Dios actuará de acuerdo con la justicia.

Salmo 37:16: "La pequeña justo que la riqueza de muchos malvados es mejor". Este versículo señala que la verdadera riqueza no está en posesión de bienes materiales, sino para estar en paz con Dios y tener una vida justa.

Salmo 49:16-17: "No tengas miedo cuando alguien se enriquece, cuando aumenta la gloria de tu hogar; porque cuando mueras, no te llevarás nada; tu gloria no vendrá con él". Este versículo recuerda que la prosperidad material es temporal y que la verdadera riqueza se encuentra en Dios.

Proverbios 3:5-6: "Confía en el Señor de todo tu corazón y no te apoyes en tu propia comprensión; en todos tus caminos, reconocerlo, y él enderezará tus caminos". Este versículo fomenta la confianza en Dios y recuerda que él tiene el control, incluso cuando la vida parece difícil y desafiante.

Romanos 8:28: "Y sabemos que Dios actúa en todas las cosas por el bien de los que lo aman, de aquellos que fueron llamados de acuerdo con su propósito". Este verso recuerda que Dios está trabajando en todas las cosas por el bien de quienes lo aman, incluso cuando la vida es difícil y no entendemos sus caminos.


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