Salmos, 57

La Biblia de Jerusalén

1 Del maestro de coro. «No destruyas.» De David. A media voz. Cuando, huyendo de Saúl, se escondió en la cueva.

2 Tenme piedad, oh Dios, tenme piedad, que en ti se cobija mi alma; a la sombra de tus alas me cobijo hasta que pase el infortunio.

3 Invoco al Dios Altísimo, al Dios que tanto hace por mí.

4 Mande desde los cielos y me salve, confunda a quien me pisa, envíe Dios su amor y su verdad.

5 Mi alma está tendida en medio de leones, que devoran a los hijos de Adán; sus dientes son lanzas y saetas, su lengua, una espada acerada.

6 ¡Alzate, oh Dios, sobre los cielos, sobre toda la tierra, tu gloria

7 Tendían ellos una red bajo mis pasos, mi alma se doblaba; una fosa cavaron ante mí, ¡cayeron ellos dentro!

8 A punto está mi corazón, oh Dios, mi corazón a punto; voy a cantar, voy a salmodiar,

9 ¡gloria mía, despierta!, ¡despertad, arpa y cítara!, ¡a la aurora he de despertar!

10 Te alabaré entre los pueblos, Señor, te salmodiaré entre las gentes;

11 porque tu amor es grande hasta los cielos, tu verdad hasta las nubes.

12 ¡Alzate, oh Dios, sobre los cielos, sobre toda la tierra, tu gloria!




Versículos relacionados com Salmos, 57:

El Salmo 57 es una oración de David cuando huyó de Saúl y se escondió en una cueva. Él pide a Dios por ayuda y protección, reconociendo que solo él puede salvarlo. David expresa su confianza en Dios y su fidelidad, y le pide que envíe su misericordia y verdad. Los siguientes son cinco versos relacionados con los temas cubiertos en el Salmo 57:

Salmo 7:10: "Mi escudo está en Dios, que salva las rectas del corazón". David confía en Dios para protegerlo y salvarlo.

Salmo 18:2: "El Señor es mi roca, mi fortaleza y mi liberador; mi Dios es mi roca, en quien me refugio. Él es mi escudo y el poder que me salva, mi torre". David reconoce que solo Dios puede protegerlo y salvarlo, y él es su fortaleza y refugio.

Salmo 31:3: "Porque eres mi roca y mi fortaleza; por el bien de tu nombre, guíame y guíame". David confía en Dios para guiarlo y protegerlo por el bien de su nombre.

Salmo 46:1: "Dios es nuestro refugio y nuestra fortaleza, ayuda siempre presente en la adversidad". David encuentra refugio en Dios, confiando en que él es una ayuda actual en tiempos de adversidad.

Salmo 59:9: "Oh mi fuerza, es en ti que confío; tú, Dios, eres mi refugio". David confía en Dios como su fuerza y ​​refugio, reconociendo que solo él puede salvarlo.



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