Salmos, 3

La Biblia de Jerusalén

1 Salmo. De David. Cuando huía de su hijo Absalón.

2 Yahveh, ¡cuán numerosos son mis adversarios, cuántos los que se alzan contra mí!

3 ¡Cuántos los que dicen de mi vida: «No hay salvación para él en Dios!»

4 Mas tú, Yahveh, escudo que me ciñes, mi gloria, el que realza mi cabeza.

5 A voz en grito clamo hacia Yahveh, y él me responde desde su santo monte.

6 Yo me acuesto y me duermo, me despierto, pues Yahveh me sostiene.

7 No temo a esas gentes que a millares se apostan en torno contra mí.

8 ¡Levántate, Yahveh! ¡Dios mío, sálvame! Tú hieres en la mejilla a todos mis enemigos, los dientes de los impíos tú los rompes.

9 De Yahveh la salvación. Tu bendición sobre tu pueblo. Pausa




Versículos relacionados com Salmos, 3:

El Salmo 3 es una oración del rey David en medio de una situación de peligro y angustia. Él pide a Dios por ayuda y salvación, confiando en su protección y liberación. Los temas cubiertos en este salmo incluyen confianza en Dios en medio de las adversidades, certeza de salvación y protección divina. A continuación hay cinco versos relacionados con estos temas:

Salmo 27:1: "El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién tendré miedo? El Señor es mi refugio; ¿quién puede atacarme?" Este versículo habla de la confianza en Dios como fuente de luz, salvación y refugio en los peligros y los temores de la vida.

Salmo 91:2: "Declaro que el Señor es mi refugio, mi lugar seguro; él es mi Dios, en quien confío". Este versículo también destaca la confianza en Dios como un refugio y un lugar seguros, y la importancia de declarar esta verdad para fortalecer la fe.

Salmo 138:7: "Si camino en medio de la tribulación, eliminas mi vida; extiende tu mano contra la ira de mis enemigos; tu mano derecha me salva". Este versículo enfatiza la protección divina y la salvación en medio de las tribulaciones y oposiciones que enfrentamos en la vida.

Salmo 142:5: "Lloro contigo, Señor, y digo que eres mi refugio; eres todo lo que tengo en la tierra de los vivos". Este versículo refuerza la idea de que Dios es el refugio y la fortaleza en quienes podemos confiar plenamente, bajo cualquier circunstancia de la vida.

Salmo 146:5: "Feliz el que tiene el Dios de Jacob para su ayuda, cuya esperanza está en el Señor, en Su Dios". Este versículo exalta la felicidad de aquellos que confían en Dios como ayuda y esperanza, y que encuentran en él la fuerza y ​​la protección necesarias para enfrentar las adversidades de la vida.


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