Salmos, 26

La Biblia de Jerusalén

1 De David. Hazme justicia, Yahveh, pues yo camino en mi entereza, me apoyo en Yahveh y no vacilo.

2 Escrútame, Yahveh, ponme a prueba, pasa al crisol mi conciencia y mi corazón;

3 está tu amor delante de mis ojos, y en tu verdad camino.

4 No voy a sentarme con los falsos, no ando con hipócritas;

5 odio la asamblea de malhechores, y al lado de los impíos no me siento.

6 Mis manos lavo en la inocencia y ando en torno a tu altar, Yahveh,

7 haciendo resonar la acción de gracias, todas tus maravillas pregonando;

8 amo, Yahveh, la belleza de tu Casa, el lugar de asiento de tu gloria.

9 No juntes mi alma con los pecadores, ni mi vida con los hombres sanguinarios,

10 que tienen en sus manos la infamia, y su diestra repleta de soborno.

11 Yo, en cambio, camino en mi entereza; rescátame, ten piedad de mí;

12 mi pie está firme en suelo llano; a ti, Yahveh, bendeciré en las asambleas.




Versículos relacionados com Salmos, 26:

El Salmo 26 es una oración de David pidiéndole a Dios que juzgue su integridad y lo proteja de sus enemigos. Afirma su inocencia y fe en Dios. A continuación hay cinco versos que abordan temas relacionados con el Salmo 26:

Salmo 7:8: "El Señor juzgará a los pueblos. Juzganme, Señor, de acuerdo con mi justicia, y de acuerdo con mi integridad". David le pide a Dios que lo juzgue de acuerdo con su integridad y justicia, tal como lo pide en el Salmo 26.

Salmo 18:20: "El Señor me recompensó de acuerdo con mi justicia; según la pureza de mis manos, me devolvió". David expresa su confianza en Dios para recompensarlo de acuerdo con su justicia y pureza, que es similar a lo que pide en el Salmo 26.

Salmo 28:7: "El Señor es mi fuerza y ​​mi escudo; en él confía en mi corazón, y yo fui rescatado; así que mi corazón salta de placer, y con mi canción lo alabaré". David confía en Dios como su escudo y protector, que es similar a lo que pregunta en el Salmo 26.

Salmo 119:26: "Le dije mis caminos y me respondiste; enséñame tus estatutos". David le pide a Dios que le enseñe sus estatutos, lo que indica su búsqueda de la sabiduría y la orientación divina, como dice en el Salmo 26.

Salmo 143:2: "Y no juzga con su sirviente, porque a su vista no encontrará no vivir justo". David le pide a Dios que no lo juzgue con su justicia, sino con su misericordia, lo que sugiere su humildad y confianza en la gracia divina, que es similar a lo que él expresa en el Salmo 26.



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