1. Si su ofrenda es un sacrificio de comunión, si lo que ofrece es vacuno, macho o hembra, ofrecerá ante Yahveh una res sin defecto.

2. Impondrá su mano sobre la cabeza de la ofrenda y la inmolará en la entrade de la Tienda del Encuentro. Luego los hijos de Aarón, los sacerdotes, derramarán la sangre alrededor del altar.

3. El ofrecerá parte del sacrificio de communión como manjar abrasado para Yahveh: el sebo que cubre las entrañas y todo el que hay sobre las mismas;

4. los dos riñones y el sebo adherido a ellos y a los lomos; y el resto que cubre el hígado; quitará todo este sebo junto con los riñones.

5. Los hijos de Aarón lo quemarán en el altar encima del holocausto que está sobre la leña, que está encima del fuego. Será un manjar abrasado de calmante aroma para Yahveh.

6. Si su ofrenda de sacrificio de comunión para Yahveh es de ganado menor, macho o hembra, ofrecerá una res sin defecto.

7. Si ofrece como ofrenda un cordero, lo prensentará ante Yahveh,

8. impondrá su mano sobre la cabeza de la ofrenda y la inmolará ante la Tienda del Encuentro; los hijos de Aarón derramarán la sangre alrededor del altar.

9. El ofrecerá, de este sacrificio de comunión, el sebo, como manjar abrasado para Yahveh: el rabo entrero que se cortará desde la rabadilla; el sebo que cubre las entrañas y todo el que hay sobre las mismas;

10. los dos riñones y el sebo adherido a ellos y a los lomos, y el resto que cubre el hígado; quitará todo este sebo junto con los riñones.

11. El sacerdote lo quemará en el altar como alimento, manjar abrasado para Yahveh.

12. Si su ofrenda consiste en una cabra, la presentará ante Yahveh,

13. impondrá la mano sobre su cabeza y la inmolará ante la Tienda del Encuentro; los hijos de Aarón derramarán su sangre alrededor del altar.

14. Presentará de ella como ofrenda suya, manjar abrasado para Yahveh: el sebo que cubre las entrañas y todo el que hay sobre las mismas;

15. los dos riñones y el sebo adherido a ellos y a los lomos; y el resto que cubre el hígado; quitará todo este sebo junto con los riñones.

16. El sacerdote lo quemará en el altar como alimento, manjar abrasado de calmante aroma para Yahveh. Toda la grasa perpetua de generación en generación, dondequiera que habitéis: no comeréis nada de grasa ni de sangre.





“Não abandone sua alma à tentação, diz o Espírito Santo, já que a alegria do coração é a vida da alma e uma fonte inexaurível de santidade.” São Padre Pio de Pietrelcina