3. Cargaron el arca de Dios en una carreta nueva y la llevaron de la casa de Abinadab que está en la loma. Uzzá y Ajyó, hijos de Abinadab, conducían la carreta con el arca de Dios.





“O amor tudo esquece, tudo perdoa, sem reservas.” São Padre Pio de Pietrelcina