12. Eliseo le veía y clamaba: «¡Padre mío, padre mío! Carro y caballos de Israel! ¡Auriga suyo!» Y no le vio más. Asió sus vestidos y los desgarró en dos.





“É sempre necessário ir para a frente, nunca para trás, na vida espiritual. O barco que pára em vez de ir adiante é empurrado para trás pelo vento.” São Padre Pio de Pietrelcina